En la Cámara de Diputados, la renuncia del titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP), Virgilio Andrade, generó coincidencias entre las bancadas del Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), en cuanto a que el funcionario debía haber tomado esa decisión hace tiempo, aunado a que el hecho será insuficiente para hacer realidad el combate a la corrupción.

La salida del funcionario no basta para emprender en términos reales el combate al problema de la corrupción en México, aunado a que su desempeño ante escándalos como el de la Casa Blanca de la esposa del Presidente de la República, o el de la casa en Malinalco, del titular de la Secretaría de Hacienda, fue parcial y muy deficiente, recalcó el coordinador panista Marko Cortés.

El congresista recordó que su bancada interpuso una solicitud de juicio político en su contra y enfatizó que el país requiere un fiscal anticorrupción autónomo, no un funcionario como Andrade Martínez al que calificó como “deficiente”.

En cuanto a la promulgación de las leyes del Sistema Anticorrupción, Cortés Mendoza consideró que representarán un “punto y aparte” en materia de transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción.

“Nosotros en el PAN no dejaremos que haya un fiscal a modo, tampoco permitiremos que se busquen vacíos en la ley para que los funcionarios corruptos sigan enriqueciéndose o favoreciendo a sus amigos, vamos con todo con esta ley que es en favor de los ciudadanos”, apuntó.

Por su parte, el líder parlamentario del PRD en San Lázaro, Francisco Martínez, consideró positiva la salida de Virgilio Andrade, pues los “pobres” resultados reportados durante su encargo, no tenían ni tendrán cabida en el marco de la puesta en marcha del Sistema Anticorrupción.

Martínez Neri subrayó que el “signo” que acompañará políticamente al funcionario federal será el de la “Casa Blanca”.

“Creo que el problema de Virgilio es que se le va a recordar entre otras cosas o fundamentalmente, por el asunto de la Casa Blanca. Cada uno de nosotros tiene un sello en la vida, creo que el sello de Virgilio Andrade es el sello de la Casa Blanca. Sería muy lastimoso, sería como la gota que derrame el vaso, que se volviera a cometer un error de esa naturaleza”, apuntó, al referirse a que sería lamentable que un suceso como el referido volviese a ser abordado como lo hizo el polémico secretario.

Agregó que el siguiente paso, es garantizar que el nuevo secretario cumpla con requisitos como: aceptación social, independencia y autonomía con respecto al Gobierno Federal y amplia solvencia moral.

Enfatizó que en el contexto de la aplicación de las normas anticorrupción, no cabe la participación de un funcionario cuyo desempeño fue fallido y a quien se le exigió renunciar desde que determinó exonerar al Primer Mandatario, su esposa y al secretario de Hacienda, involucrados en los escándalos de la “Casa Blanca” y la casa de Malinalco.

Recalcó que al todavía titular de despacho le faltó decir “esta boca es mía”, al momento de atender el tema de la casa de la esposa del Presidente de la República, por lo que ese episodio se ha convertido en la “marca” que llevará durante el resto de su carrera.

El congresista indicó que a Virgilio Andrade le tocó enfrentar una etapa difícil, en cuanto a que la Función Pública, en ese momento en vías de desaparecer, no contaba con un soporte técnico suficiente. No obstante, ese obstáculo no justifica su pésima conducción.

Asimismo, el líder de los perredistas en San Lázaro reconoció que difícilmente se podrá nombrar a un titular de la Función Pública “puro” en términos de filiación política; sin embargo, el Ejecutivo Federal está obligado a proponer al Senado de la República para su ratificación, a un especialista en la materia y sin lazos políticos o “amistad personal” que le puedan restar solvencia.

Agregó que sería “muy lastimoso” que el Presidente de la República volviese a nombrar a un “amigo” o a una persona cercana a él, para ocupar la vacante que quedará en la Función Pública.

“Que no sea un funcionario que no tenga que ver con política militante del partido oficial, que no tenga que ver con cargos que haya tenido en términos partidarios. Sino que tenga que ver con un individuo, hombre o mujer que haya estado relacionada o relacionado con el quehacer fiscalizador y desde luego que tenga una amplia solvencia moral”, añadió Martínez Neri. Nbsg/m.