*El coordinador de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Mario Delgado, informó que no hay fecha para llevar al pleno la reforma educativa, toda vez que el acuerdo es no votarla hasta que se agote el diálogo con el magisterio.

*Colaboración. Dolores Padierna. Durante los años sesenta en el tiempo del monolitismo político, de partido único, mismo que se reproducía mediante su propia burocracia organizada en sindicatos únicos por cada dependencia. Toda burocracia quedó regulada en el apartado B del artículo 123 de la Constitución y su ley reglamentaria es la Ley de Trabajadores al Servicio del Estado, en ella quedan resguardados todos los derechos de los trabajadores al servicio del Estado también los del magisterio nacional. En la nueva reforma educativa que se discute queda por escrito con toda seriedad en el décimo artículo transitorio que los derechos de los maestros se regularan por el apartado B del artículo 123 constitucional, sin embargo, una parte de maestros considera como derecho laboral la contratación del personal docente y para nosotros quien debe contratar maestros para la educación pública es el Estado, no el sindicato, el hecho de que el viejo PRI haya pactado con el sindicato que el 50 por ciento de las plazas, las asignara la SEP y el otro 50 por ciento el sindicato, generó la desnaturalización de la función tanto del Estado como del sindicato.

*Entrevista. Mario Delgado, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados. Estamos dando un espacio para el diálogo para los distintos grupos parlamentarios con los maestros y la idea es mandar un mensaje de certidumbre de que no se va a sorprender a nadie, que no de repente un día se va a a subir la iniciativa al pleno y se va a votar. Es un tema de dos pistas, dos mesas, por un lado, el magisterio representado, defendiendo sus derechos laborales con justa razón y por otro lado la mesa de los acuerdos políticos con los distintos grupos parlamentarios y hay que caminar entre estas dos mesas conciliando las dos posturas para llegar a una reforma educativa en la que todos quedemos satisfechos. Que sea un acuerdo político muy importante con las fuerzas políticas, con los maestros, con los padres de familia, con las organizaciones que nos den la oportunidad de que cambiemos de verdad la educación en nuestro país.