La bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en la Cámara de Diputados, salió en defensa de las acciones de rescate del sector energético promovidas por el Ejecutivo Federal. La diputada Dolores Padierna, también vicepresidenta de la Mesa Directiva del recinto, señaló que más allá de las críticas de la oposición y quienes perdieron privilegios, se está poniendo orden en ese ramo, sin incrementar impuestos y sin endeudamiento. Afirmó que ante las condiciones deplorables en que anteriores administraciones dejaron el rubro energético y el proceso de desmantelamiento de PEMEX y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que quedaron “al borde del colapso”, se emprendieron acciones inmediatas para corregir el daño causado por “el neoliberalismo”. Aseveró que la reforma energética fue un “fracaso”, ya que provocó una mayor caída en la producción, aumento en las importaciones, “gasolinazos”, incremento en los precios de la luz y el gas, pérdida de autosuficiencia y mayor dependencia energética de Estado Unidos. Mientras tanto, recalcó, las autoridades se dedicaron a entregar contratos, licencias y permisos a proveedores privados. “La Secretaría de Energía y los reguladores privilegiaron la construcción del andamiaje privatizador, en franca despreocupación de la seguridad energética y la seguridad nacional”, dijo. Por lo anterior, se lanzó una estrategia correctiva hacia un nuevo “paradigma energético”, de fortalecimiento de PEMEX y CFE, con el propósito de incrementar la producción petrolera y de gas, reactivar la capacidad de refinación, recuperar el servicio público de electricidad y combatir el huachicoleo. Agregó que la “nueva política energética” tiene como objetivo lograr la autosuficiencia, alcanzar la soberanía energética, contar con precios y tarifas accesibles, así como avanzar con cuidado al medio ambiente. Para ello, agregó, se decidió dar más presupuesto a CFE y PEMEX este 2019; enfrentar el robo de combustibles; iniciar la construcción de la nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco; rehabilitar las seis refinerías existentes; reactivar centrales hidroeléctricas; suspender licitaciones y revisar contratos de petróleo, gas y electricidad con sospecha de corrupción. También se emprendieron planes de combate a la corrupción en las empresas productivas del Estado; se ha establecido contacto con agencias calificadoras de riesgos para que evalúen de manera “correcta” la deuda del sector público federal; así como la renovación de funcionarios en organismos reguladores, para que se coordinen de mejor manera con la Secretaría de Energía (SENER). “El rescate del sector energético público ya empezó, sin endeudamiento y sin aumento de impuesto. El nuevo curso de desarrollo está en marcha, con vigor, determinación y compromiso. Más allá de las críticas de opositores y perdedores de privilegios hay coherencia en las acciones de gobierno”, remarcó. /psg/m |