El grupo parlamentario del PRI en el Congreso de la Unión advirtió que México no es ni puede ser un país de caudillos, ni se puede conducir con ocurrencias, arrebatos ni caprichos. Al fijar la posición de los legisladores priistas durante la sesión de Congreso General previa a la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de la República, el diputado René Juárez advirtió que, no obstante, el triunfo incuestionable del nuevo mandatario, 30 millones de votos no hacen infalible a nadie. “México no es, ni puede ser un país de caudillos. El mandato popular fue para acrecentar y consolidar la democracia, no para retroceder (…); gobernar para la popularidad conduce al extravío. El país no se conduce con ocurrencias, arrebatos ni caprichos. La ignorancia de la ley no es excusa para su cumplimiento”, remarcó. Cuestionó así la perversión de la figura de consulta popular y la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco. René Juárez convocó a construir una gran alianza que le sirva a México sobre la base de siete puntos de convergencia, entre los cuales expreso el rechazo a cualquier retroceso en el federalismo mexicano ni el avasallamiento de un poder sobre los otros poderes. “Evitemos que la política social se pervierta mediante la entrega de dinero de quienes fungirán como ‘super delegados’, que no son otra cosa que una incubadora de candidatos para las elecciones de 2021 y 2024”, señaló. En representación del Revolucionario Institucional, Juárez Cisneros saludó el inicio de la gestión de López Obrador; pero dejó claro que los priistas nunca estarán de rodillas o actuando indignamente ante el poder. “Habremos de levantar la voz cuantas veces sea necesario, con energía y determinación, con la fuerza de los argumentos y la fuerza de la razón”, puntualizó. /psg/m |