La bancada del PRI en la Cámara de Diputados pidió al presidente electo, Andrés Manuel Obrador, aclarar los términos y las condiciones de la construcción del Tren Maya, a fin de garantizar su viabilidad y que considere un mecanismo de consulta que permita conocer la postura de los mexicanos sobre dicho proyecto. En sus argumentos, establecieron que ese tren de pasajeros y de carga transitará por entidades como Tabasco, Campeche, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo, con tres tramos de ruta: el de selva con poco más de 426 kilómetros, el Caribe con 446 y el del Golfo con por lo menos 653 kilómetros. El Tren Maya, que está planeado concluya en por lo menos cuatro años, tendrá un costo de entre 120 mil millones y 150 mil millones de pesos, 30 por ciento de ellos financiados con recursos públicos, y lo demás mediante concesiones con la iniciativa privada. En un punto de acuerdo, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) indicó que llama la atención que tres de las estaciones están propuestas para establecerse en destinos turísticos como Campeche, Cancún y Playa del Carmen, y cuatro más en zonas arqueológicas como Calakmul, Chichen Itzá, Palenque y Tulum. Es preocupante la falta de información en torno a un proyecto de esta envergadura, principalmente a sus especificaciones, a los impactos ecológicos que generará y las primeras licitaciones a realizar, ya que de acuerdo con entrevistas al equipo de transición, los trámites de construcción se realizarán desde los primeros días del próximo mes de diciembre”, indicó. Apuntaron que la construcción del Tren Maya, según especialistas, generará fraccionamientos a los ecosistemas, alteraciones al hábitat de especies endémicas como jaguares, jabalíes y monos araña, así como cambios en las poblaciones de flora, los cuales en su conjunto, romperían al actual equilibrio ecológico. Indicaron que por sus implicaciones económicas, sociales y de impacto ambiental, la construcción de este tren debe ser sometida a un análisis integral y a un amplio escrutinio público. Los legisladores priistas recordaron que el equipo de transición y el presidente electo han sostenido que durante el proceso de construcción no se talará un solo árbol, lo cual, a decir de expertos, no es posible ya que cualquier obra de infraestructura de esas características y magnitud genera impactos ambientales. ar/m |