El presidente de la Comisión de Agricultura y Sistemas de Riego de la Cámara de Diputados, Abraham Montes Alvarado, opinó que los intermediarios son necesarios, pero debe regularse esta actividad para evitar abusos.

En entrevista, el legislador del PRI refirió que el intermediarismo tal y como se ejerce hoy en México, lesiona los ingresos de productores y los bolsillos de los consumidores finales.

Indicó que mientras en Estados Unidos es una profesión, en México es considerada una labor casi ilícita, y reconoció que este es un sector que existe y realiza una función dentro de la cadena de comercialización de productos agrícolas.

En este sentido, señaló que se debe poner límite a los niveles de utilidades que logran y establecer derechos, así como obligaciones fiscales por sus ganancias.

“Es necesario decirles que no pueden pagar menos a los productores ni tampoco subir los precios, porque tenemos que cuidar a los consumidores”, consideró.

“Si sólo queremos seguirlos llamando coyotes eso no resuelve en nada la problemática. Mejor hay que reconocer la actividad que ya existe para poner control y otorgarles derechos, pero también obligaciones”, refirió.

El legislador detalló que los intermediarios son aquellos negociantes que forman una cadena de compradores que por ser tan amplia, variada y no estar reglamentada, llega a lesionar severamente los costos de producción y los bolsillos de los consumidores.

Los agricultores se quejan de que casi siempre por falta de financiamiento oportuno de los sectores público y privado, se ven en la necesidad de aceptar su oferta y nunca les pagan el precio justo por sus cosechas, comentó.

Incluso, dijo, algunos se aprovechan de la necesidad de los campesinos y compran su producción antes de que se haya hecho la cosecha, lo que a final de cuentas se hace inequitativo.

Cuando el mercado es afectado por el intermediarismo, el productor gana menos dinero, el consumidor final paga más por el producto y el gobierno federal pierde todos los recursos que invierte en programas de apoyo al sector agrícola.

Montes Alvarado sostuvo que las personas que se dedican a esta actividad existe porque al retirarse el gobierno de las actividades de apoyo al sistema productivo, el espacio de negocio lo tomaron los particulares.

“Cuando existía la Conasupo no había estos particulares intermediarios, llamados comúnmente coyotes; cuando estaba Fertimex no había coyotes para vender el fertilizante”.

“Si estuviera la Pronase, no habría coyotes que venden semilla. Pero existen y alguien tiene que efectuar la actividad”, enfatizó.

Indicó que empeñarse en un pleito entre oferentes y demandantes, entre productores e intermediarios, entre intermediarios y consumidores finales, no conducirá a nada.

Por ello es mejor poner orden y eso significa reconocerlos, como a cualquier otra actividad profesional en el país, expuso.

Montes Alvarado dio a conocer que presentará una iniciativa para regular el intermediarismo, e incluso adelantó que está en negociación con el gobierno federal para mostrar una propuesta al Congreso como parte de las reglas secundarias en materia de comercialización./arm/m