Palacio Legislativo, 16-05-2016 (Notilegis).- El presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano Grijalva, afirmó que existe un abismo entre los preceptos constitucionales y la realidad que se vive en el país, por lo cual es necesario reflexionar qué tipos de reformas se requieren para diseñar la Constitución del Siglo XXI. Durante la presentación de la tercera edición del libro “Las constituciones de México 1814-2016”, editado por la LXIII Legislatura de la Cámara de Diputados, Zambrano Grijalva subrayó que es necesario debatir sobre la armonización del texto constitucional con la realidad. En el evento estuvieron el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar Morales; el ministro de este Alto Tribunal, Jorge Mario Pardo Rebolledo; y el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Pedro Salazar Ugarte. El diputado presidente expresó que “la realidad nos dice que seguimos teniendo insultantes rezagos sociales, desigualdad y pobreza, reconocidos índices de corrupción, de impunidad y graves problemas de seguridad que no tienen nada que ver con lo que establece nuestra Constitución”. Mencionó la necesidad de reformular el texto constitucional vigente, preservando los principios sociales que la Revolución de 1910 plasmó en la Constitución y adecuar el equilibrio de poderes en un régimen presidencialista, incorporando nuevos derechos y nuevas libertades políticas. Zambrano Grijalva refirió que la obra “Las constituciones de México 1814-2016” es una compilación útil para comprender la evolución que ha tenido el diseño del Estado mexicano. “Es un vital instrumento para entender y valorar la trayectoria de los esfuerzos que a lo largo de dos siglos ha empeñado la nación mexicana en aras de maximizar la protección de los derechos humanos”, externó. Por su parte, el presidente de la SCJN afirmó que la obra debe incentivar a una discusión sobre la Constitución de 1917, "pues requiere de cauces institucionales que la enriquezcan”, a fin de “seguir edificando el país que queremos para las generaciones presentes y futuras”. Aguilar Morales estimó que, rumbo al centenario de la Carta Magna, es preciso impulsar que cada ciudadano sea guardián de sus preceptos, “que no sólo sea reconocida y se le conmemore, sino que se observe y cumpla para garantizar la vigencia y la fortaleza de la nación mexicana”. El ministro presidente del Alto Tribunal recordó que la institución a su cargo “ha impulsado, en muchas ocasiones, que se hagan realidad los postulados establecidos en la Carta Magna”. Dijo que la actual Constitución “ha evolucionado para un país en evolución, reconociendo una sociedad dinámica creativa y en crecimiento, a la par de las nuevas necesidades y derechos” de los mexicanos. En tanto, el ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo señaló que las Constitución es un pilar jurídico nacional que plasma los principios de justicia como medio para asegurar la libertad, la igualdad y la prosperidad de todo individuo. Sostuvo que el libro “Las constituciones de México 1814-2016” “es un vital instrumento para entender y valorar la trayectoria de los esfuerzos que a lo largo de dos siglos ha empeñado la nación mexicana en aras de maximizar la protección de los derechos humanos”. Pardo Rebolledo enfatizó que los servidores públicos que sirven a la nación desde la función pública, en cualquiera de los Poderes del Estado, “tenemos un doble y fortalecido compromiso de observar y proteger los propios principios de justicia que marca nuestra Constitución”. El director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Pedro Salazar Ugarte, enfatizó la importancia de las constituciones políticas, ya que –desde el punto de vista político– sirven para superar momentos de crisis, así como para canalizar conflictos y disputas de poder. Manifestó que la Constitución de 1917 fue un documento paradigmático, el cual hoy es tres veces más extenso que el original. Señaló que la actual Carta Magna ha tenido 692 modificaciones a través de 226 decretos, siendo en el sexenio del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa cuando más cambios se llevaron a cabo, con un total de 110 reformas. Salazar Ugarte destacó que no es necesario redactar una nueva Constitución, pero sí es importante reordenar el contenido la Carta Magna de 1917, pero sin alterarlo en lo fundamental. Indicó que los cambios constitucionales que se han realizado han sido prácticos y con objetivos políticos, aunque con resultados perniciosos, ya que lo han hecho un documento “extenso, oscuro, confuso, inaccesible y farragoso”. “El caos constitucional se expresa en disposiciones duplicadas, contradicciones terminológicas, desorden y falta de sistematicidad temática, ubicación errada de las materias reguladas, sobrerregulación de cuestiones que deberían estar en leyes secundarias y errores en la actualización del texto, básicamente”, concluyó. NGM/MAV/EGV/HSF/JGM |